lunes, 21 de diciembre de 2009

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Empieza una discusión cualquiera en una casa cualquiera pues llega un esposo cualquiera y busca la sartén ya que él es quien sabe hacer las comidas de sartén y ésta no aparece. Crece la discusión; llegan parientes. Se oye un ruido. Sigue la discusión. Se busca una segunda sartén que acaso
existió alguna vez. El ruido aumenta. Tac, tac, tac. No se concluye de esclarecer qué ha pasado con la sartén, que además no era vieja; se escuchan imputaciones recíprocas, se intercambian hipótesis; se examinan rincones de la cocina por donde no suele andar la escoba. Tac, tac, tac. Al fin, se aclara el misterio: lo que venía cayendo escalón por escalón era la sartén. Ahora sólo falta la explicación del misterio: el niño, de cinco años, la había llevado hasta la azotea, sin pensar que correspondiera
restituirla a la cocina; al alejarse por ser llamado de pronto por la madre, después de haber estado sentado en el primer escalón de la escalera, la sartén quedó allí. Cuando trascendió el clima agrio de la discusión conyugal, la sartén para hacer quedar bien al niño, culpable de todo el ingrato episodio, se desliza escalones abajo y su insólita presencia a la entrada de la cocina calma la discordia. Nadie supo que no fue la casualidad, sino la sartén. Y si es verdad que puede haberle costado poco por haber sido dejada muy al borde del escalón, no debe menospreciarse su mérito.

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TRANQUILOS;


ANDAMOS POR ACÁ,


POSTA...


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jueves, 3 de diciembre de 2009

Nieve


Nos fuimos al eterno descanso veraniego, el Lider Indiscutido nos ha dado el desncaso que necesitbaamos. Los grandes lideres del mundo se quejan por que los mosquitos ahora sonb mas grandes y pican fuerte, mientras la gloriosa mentira se esparce sobre el mar negra y salpicante. Los dedales no sirven más. Las manchas de tinta son absorbidas mientras los cultos se persiguen en madrigueras oscuras y otoñales (no me pregunten por qué). A aquellos que no lo entiendan es muy simple: las cosas tienen ciclos y este está lejos de temrinar, las cuestiones nos sobrepesan y por eso las olvidamos, por eso no lo toleramos. Debemos seguir nuestro camino para encontrar los hongos que nos alucionen dentro del orgasmo social que vivimos en el día a día, y así ni Alicia podrá con ellos, ni los mazos, ni las cartas...

Volveremos, peor volveremos a irnos, por que, como dijo el Lider en su carta, "la vida es un eterno ir", y nosotros nucna podriamos escapar. Somos la luna escondiendose tras del manto gris de una nube, siemrpe atentos, siempre fieles, siempre humanos...

Kali nos mantendrá a salvo
El Lider se asegurará de eso